La Asociación de Vecinos Bastetania ha trasladado al Ayuntamiento de Almería las quejas de los vecinos de los alrededores de la iglesia de San Pío X, en El Zapillo, por los ruidos producidos por un generador de electricidad que la empresa de telecomunicaciones Ono pone en funcionamiento los domingos por la mañana.
Asimismo, la Asociación de Vecinos Bastetania denuncia la pasividad del Ayuntamiento de Almería para hacer frente a las molestias que los ruidos provocan a los almerienses. Pues estos hechos fueron denunciados a la Policía Local el domingo anterior y aunque se personaron en el lugar de los hechos y pudieron comprobarlos se han vuelto a repetir.
Las quejas de los vecinos se refuerzan ante la forma de actuar de Ono, ya que este generador es para dar corriente a su estación ubicada en los bajos de un edificio de El Zapillo, debido a los cortes del fluido eléctrico que se producen por unas obras cercanas que realiza Endesa en uno de sus transformadores. Ya que una alternativa menos molesta para los vecinos hubiera sido colocar un enganche provisional a otra línea de electricidad, porque se da el dato curioso que algunas viviendas del citado edificio tienen otra conexión y no se encuentran afectados por estos cortes de electricidad.
Esta Asociación de Vecinos ya ha mostrado reiteradamente la necesidad de bajar, en su conjunto, el nivel de ruido ambiental que los almerienses sufrimos, ya que el ruido es un enemigo invisible y no solo es una molestia sino que afecta considerablemente al sistema nervioso aunque, aparentemente, no nos moleste o nos hayamos habituado a él.
Este problema no se limita solo a nuestra Ciudad sino a todo el País, pues España es el segundo país del mundo, tras Japón, con mayores índices de ruido ambiental, por lo que desde Bastetania se señala que “todos tenemos que poner los medios necesarios para combatir los niveles de ruido aun cuando mucha gente no se da cuenta de que causa y genera ruido y casi ha aprendido a convivir con él”. Por todo ello, esta Asociación busca el compromiso de todos para combatir y reducir los altos niveles acústicos que se produce en el medio ambiente urbano, tanto a los ciudadanos, que tienen la obligación cívica, como a las administraciones, que tienen la obligación política, que incluye educar, legislar y hacer cumplir lo legislado. Ambos aspectos bastante descuidados por ambas partes.